Si siente que el dolor de garganta está cerca, olvídese de las pastillas y los caramelos y diríjase de inmediato a la cocina. Disuelva un poco de sal en agua tibia y haga gárgaras durante treinta segundos. Para que tenga una idea de las proporciones, incorpore un cuarto o media cucharada de sal en un vaso de agua tibia, no hervida.
Esta solución elimina las bacterias presentes en la garganta que le generan ardor y molestia. Además, las gárgaras remueven la mucosa y demás secreciones que tanto lo incomodan. Procure no tragar la solución (es agua salada, ugh) y, para mayor efectividad, realícelo apenas sienta que el dolor de garganta está cerca.