La Psicología nos informa que los adultos que fueron testigos de violencia entre sus padres en la infancia o adolescencia, son más propensos a sufrir problemas de salud mental.
Los especialistas en París nos dice que estudiaron a 3023 personas. Y el estudio dio como resultado que estas personas sufren de depresión y suelen ser violentos, la mayoría repitiendo el mismo patrón con hijos y pareja, las personas que sufren violencia son propensas al suicidio, dependientes del alcohol, drogas. Cuando se les cuestiono a los pacientes el 16% comento que fueron testigos de violencia entre los progenitores.
Los investigadores encontraron que la violencia era común en ciertas circunstancias. La violencia es más frecuente cuando hay alcoholismo y problemas económicos, o bien problemas de vivienda, desempleo, o enfermedades, he infidelidad.
Tras ajustar otros factores, los investigadores concluyeron que las personas que habían estado expuesta a la violencia entre los padres eran 1.4 veces más propensas a tener depresión, más de tres veces propensas a tener una relación violenta con su pareja, casi cinco veces más propensas a tratar mal a sus hijos y 1.75 veces más propensas a tener dependencia del alcohol.
La prevención de la violencia nos puede dejar mejores hijos, una mejor sociedad, esto ayudara a tener mejor generaciones futuras, si alguien vive esta situación, busca apoyo, hay dependencia gubernamentales gratuitas, y serás un mejor padre y por ende tendrás hijos sanos y con un mejor futuro.
El menor que es dañado sufre de aprendizaje, timidez, esfínteres.
Ellos te lo agradecerán.
Por: Luciérnaga.