Quiero que conozcas un carácter de ficción, se llama Juan. Juan tiene 12 años de edad y vive en una casa modesta con su familia. El padre ama a su esposa y trabaja. La madre también tiene trabajo de cuatro horas diarias.
En la escuela, Juan tiene buenas calificaciones, le gusta el deporte y sus compañeros lo quieren.
Pasan los meses y la madre de Juan nota un cambio en su comportamiento. Juan se retira un poco de la familia y es algo rudo. Las calificaciones de Juan bajan y su interés en el deporte es reducido. Al tiempo de cenar, Juan ya no habla de cómo le fue en su día.
En respuesta de esto, los padres de Juan deciden ponerle más atención e investigan acerca de sus amigos, su forma de vestir y su forma de hablar. Toman tiempo para conocer los padres de los amigos de su hijo. La madre habla con las maestras y hace preguntas sobre su comportamiento y sus actividades.
Los días pasan y los padres pueden ver que el comportamiento y calificaciones de su hijo mejoran. Los padres nunca se dan cuenta de las razones del cambio de su hijo. Eso ya no es muy importante. Simplemente sabemos que la supervisión adicional que le dieron fue buena. Todos están muy felices.
Pero que hubiera pasado si no han prestado tanta atención a su hijo? Sabemos que el resultado hubiese sido algo negativo.
El punto aquí es que la falta de supervisión de su hijo resulta en comportamiento desagradable y eso es algo que va a afectar la vida de su hijo por siempre.
Hoy sabemos que el estudio y actividades para jóvenes y un aumento de supervisión le ayudaran a su hijo tener un mejor futuro.